jueves, 23 de noviembre de 2017

Johnny Vander Meer y los dos partidos sin Hits proeza irrompible de Grandes Ligas

Primer No-No

El sábado 11 de juniode 1938 Vander Meer el zurdo se aprestaba a iniciar su labor ante los Boston Bees (denominación utilizada en algunas temporadas por los Braves); sólo 5.814 fanáticos asistieron al Crosley Field de Cincinnati sin imaginarse que serían testigos del inicio de una hazaña sin precedentes.

Los Bees, dirigidos por Casey Stengel, eran un equipo bastante débil desde el punto de vista ofensivo donde sólo destacaba su inicialista Elbie Fletcher. Vander Meer inició el encuentro retirando a los tres bateadores del equipo visitante, acción que se repitió en las dos siguientes entradas en las que el zurdo se mantuvo perfecto. En el cuarto tramo, Johnny Vander Meer permitió el primer embasado de los visitantes, y dos nuevos boletos en la quinta entrada fueron las únicas concesiones otorgadas por el zurdo en el resto del juego.

Llegado el noveno episodio, Vander Meer concluyó su hazaña obligando al emergente Ray Mueller a un rodado tomado por el antesalista Lew Riggs quien completó el out número 27. Johnny Vander Meer pudo celebrar con los miembros de su equipo la hazaña recién conseguida, primera desde el 1  junio de 1937, cuando el derecho Bill Dietrich de los Chicago White Sox lo había logrado ante los Saint Louis Browns.

Segundo No-No

La siguiente apertura de Vander Meer estaba programada para el 15 de junio de 1938, en visita a los Brooklyn Dodgers, en una fecha muy especial puesto que se jugaría el primer juego nocturno en el Ebbets Field. 38.748 fanáticos serían testigos de este evento entre los cuales estaban los padres y la prometida de “The Dutch Master”, Lois Stewart, quien no entendía mucho la magnitud de la hazaña lograda por su prometido cuatro días antes en Cincinnati. Según las leyendas que rodean esta historia, Johnny le había dicho a su novia que vivía en New Jersey: “Quédate esta noche a ver el juego y yo lanzo de nuevo un juego sin hits, así lo entenderás.”

Los Brooklyn Dodgers, al mando de Burleigh Grimes, estaban pasando una mala época al haber quedado sextos en la Liga Nacional en 1937 y para el 15 de junio ocupaban el penúltimo lugar a once juegos de los New York Giants.

Con una cómoda ventaja 6-0 para los Reds, el zurdo Vander Meer se aprestaba a continuar el yugo ante los de Brooklyn hasta completar la octava entrada. “Vandy”, como también era llamado el zurdo de los Rojos, sólo permitió 4 boletos a la toletería contraria. Vander Meer se encaminaba a lograr un hecho histórico sin precedentes, sólo le faltaba el noveno inning para completar la hazaña.

Rápidamente salió del primer out al fallar Buddy Hasset, con rodado a sus manos que Vander Meer concretó el out pisando el mismo la primera base. Luego empezó el drama, concediendo tres boletos de forma consecutiva llenando las bases de estibadores con un sólo out. Al bate estaba el novato Ernie Koy quien movía bien sus piernas. Ante la seriedad de la situación, el manager Bill McKechnie se acercó a la lomita a conversar con el zurdo. Toda la asistencia al estadio abucheaba a McKechnie ante el temor que fuera a traer un relevista que sustituyera a Vander Meer, pero afortunadamente no pasó y el manager permitiría que “Vandy” fuera por el todo.

Ernie Koy conectó fuerte a las manos del tercera base Lew Riggs, quien para asegurar el blanqueo lanzó para el home plate para eliminar al jugador que venía corriendo desde la antesala. Faltaba un out para que el segundo no hits no runs consecutivo se cristalizara. Sólo Leo Durocher, shortstop de los Dodgers y futuro manager de los de Brookyn y miembro del Salón de la Fama, podría impedir la hazaña. Vander Meer colocó en cuenta de 1 bola y 2 strikes a Durocher y se proponía a hacer el lanzamiento de la noche: una recta en la esquina de afuera que el umpire principal consideró bola a pesar que todos los fanáticos habían cantado el strike. Repuesto, de la sorpresa, Vander Meer demostró su aplomo retirando a Durocher con el siguiente envío con un fly atrapado en la zona central del outfield.

Todo fue algarabía y nuevamente Johnny Vander Meer celebró con los miembros de su equipo, incluso también con la presencia del umpire principal Bill Stewart que acudió al montículo a disculparse por el envío cantado como bola previamente.

Vander Meer después de la hazaña

El domingo 19 de junio, Johnny Vander Meer iniciaba un nuevo juego contra los Boston Bees con 18 1/3 innings sin permitir hits. 30.613 fanáticos colmaban el Braves Field en Boston para ver hasta donde se extendía el récord de “Double No Hit” (como empezaron a llamarlo). Duró hasta la cuarta entrada cuando Debs Garmes conectó un hit a la pradera central, dejando en 21 2/3 innings la cadena de Johnny Vander Meer sin permitir inatrapables. Sin embargo, conseguiría una holgada victoria 14-1.

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